Lentamente he querido compartir esta enseñanza contigo porque es la llave para obtener nuestro descanso, para caminar con seguridad y firmeza y para obtener la victoria no solo en la batalla espiritual sino en la vida cristiana, todo lo cual forma el mensaje central de la Epístola de los Efesios.
Esta “llave” es exclusiva de los Hijos del Nuevo Pacto, aunque lamentablemente muchos Hijos de Dios la rechazan, por no poder entenderla o creerla. Espero que al finalizar haya logrado darte suficientes cimientos para que logres usar tu Espada con seguridad y confianza y aun para que te cambies de Pacto si aún estuvieras en el anterior, desechando toda enseñanza contraria.
Muchos cristianos, yo incluída (tiempo atrás) no logran recibirla de inmediato debido a que han escuchado más enseñanza contra ella que en su favor. Mas hoy que la he entendido y recibido me doy cuenta que aquellos cristianos que la rechazan o que se oponen a ella, están perdiéndose la oportunidad de vivir al nivel de la Palabra del Nuevo Pacto, o al nivel de lo que fueron hechos en Cristo, “Nuevas Creaturas”. Simplemente vivirán como seres naturales, cuando ya no lo son y tendrán que depender de los recursos o imitaciones que el mundo caido y maldito ofrece ¿y cómo podrán resistir los dardos de fuego del maligno?
La buena Noticia es que estos dardos no tendrán efecto contra la Espada de Fuego, cuyas flamas “giran en todas direcciones” para los que la usemos. Si continuas esta enseñanza hasta el final podrás derribar todo mito, mal entendido, mala interpretación o error que te impidan recibir esta promesa, la más grande después de la salvación y pronto te enterarás por qué no podemos darnos el lujo de desechar este regalo tan preciado, o de guardarlo en el closet únicamente como regalo de valor estimativo, sin valor práctico para nosotros, lo cual sería una ofensa muy grande para el que murió para poder dárnoslo.
Sabemos que El Espíritu Santo en el Viejo Testamento no podía descansar. Cuando Noé envió la paloma para saber si las aguas del diluvio habían bajado, sabemos que la paloma regresó porque no halló descanso. Cuando las aguas bajaron, esta paloma no regresó y no sabemos más de ella.
En el tiempo de Moisés el Espíritu Santo no hacía de los hombres su morada; estaba con ellos, mas no residía en ellos. Los envestía para un trabajo o misión, más no los llenaba. Los Reyes y Profetas como Elías y Eliseo eran los privilegiados, y no porque fueran gente perfecta o especial, sino porque Dios tenía que hablarle a su Pueblo a través de alguien y a Dios le plació usarlos y darles el poder necesario para hacerlo, para lo cual pedía que fueran ungidos en aceite, el cual representaba al Espíritu Santo. Mira lo que le dijo Isaías cuando oyó la voz de Dios la primera vez:
“¡Ay de mí! Porque perdido estoy, Pues soy hombre de labios inmundos…” Isaías 6:2
El Rey Saúl estuvo entre aquellos privilegiados, mas su corazón no andaba tras el corazón de Dios, por lo mismo El Espíritu de Dios lo dejó, (1 Sam. 16:14) y terminó poseído por un demonio (1 Sam. 18:10) y muerto bajo su propia espada y sus hijos cayeron muertos en manos de los filisteos (1 Sam. 31).
Ezequiel, en su capítulo 10, describe como el Espíritu Santo dejó al pueblo de Israel por causa de la idolatría, la cual trajo sobre la tierra todo tipo de abominaciones, por lo mismo el Espíritu Santo se levantaba y se detenía, como aquel que no quiere partir; primero de los querubines hacia el umbral, después del umbral a la entrada, de ahí al centro de la ciudad, deteniéndose finalmente sobre el monte, hasta que finalmente partió.
Sin embargo todo cambió en aquel día de Pentecostés en el Aposento Alto, cuando El Espíritu Santo llegó de prisa, como un viento recio y repentino y desde entonces, Él ha hallado su descanso en nosotros los humanos, Él ha sido derramado sobre toda carne y aquellos que logren darse cuenta de ello hayaran su descanso, volarán como las águilas y habitarán en las alturas con la seguridad de que Él nunca los dejará ni nos desamparará.
De hecho, el Pentecostés era un día de descanso por estatuto perpetuo, era una fiesta nacional, por lo mismo todos escuchaban las maravillas de Dios – El Evangelio de Gracia en su idioma o en lenguas desconocidas para ellos.
Pablo enseñó mucho acerca de estas lenguas desconocidas
Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie lo entiende, sino que en su espíritu habla misterios. 1 Cor. 14:2
Aquí te darás cuenta de la instrucción para el pueblo de Dios al respecto no era opcional, era necesaria para su edificación y Pablo aquí se refiere a orar en el Espíritu como un acto independiente y diferente al orar con el entendimiento. De manera que si tú escuchas a otros o a ti mismo hablar en lengua extraña, no intentes entenderlo, simplemente disfrútalo, pues estás hablando con Dios, y para Él tiene sentido y significado.
Shalom