Reyes y Sacerdotes -Honra y Hermosura

Somos Reyes y Sacerdotes

Ciudad de David y su Torre, Jerusalén, Israel

Al igual que Jesucristo, ahora tú eres Rey y Sacerdote (Apocalipsis 1:6, y 5:10)

 y para nuestro Dios los hiciste reyes y sacerdotes, y reinarán sobre la tierra

Aquel sacerdote del  Tabernáculo ahora eres tú mismo en tu Tabernáculo viviente – tu vida. Tu acceso al lugar Santísimo está abierto. Ahora es importante que entiendas cuál es tu nueva identidad como Rey y Sacerdote.

El sumo sacerdote era asignado para el beneficio del hombre, no para el de Dios; tampoco representaba  a Dios ante la gente, (eso lo hacía  el profeta) sino para representar a la gente delante de Dios.

Todo sumo sacerdote es elegido entre los hombres, y constituido a favor de los hombres ante la presencia de Dios, para presentar ofrendas y sacrificios por los pecados. Heb. 5:1

Durante la ley de Moisés, si el  sumo sacerdote era ‘malo’, no importa que tan buena fuera la nación, todo el pueblo era rechazado, porque el estatus de la nación ante Dios dependía del estatus del Sumo Sacerdote, más si el pueblo era malo y el sumo sacerdote era ‘bueno’, todo el pueblo era aceptado, sin importar sus rebeliones.

Jesús es nuestro Sumo Sacerdote,  ten la seguridad de que Él es bueno todo el tiempo y que está  en perfecto estatus con su Padre; por consiguiente, tu lo estás también, ya que Él vino a hacernos ‘buenos’, de aroma agradable ante el Padre. Asi fue como él ha reconciliado a la humanidad entera con Dios; a pesar de que la humanidad lo tomó como  culpable y lo sometió a juicio que el hombre demandaba como pago de su propia justicia; más Él se levantó triunfante de los muertos como señal de que toda justicia que el hombre demandaba ha quedado satisfecha.   Toda demanda quedó totalmente pagada.  Todo juicio quedó exhausto, y no habrá juicio que Dios demande contra ti.

Su juicio hacia ti es justificación, absolución, inocencia,  santidad, libertad, aceptación, amor a su lado, pues  ahora estás junto con Él sentado a la derecha del Padre, y como Él es, tú lo eres EN ESTE MUNDO ante nuestro Padre.   (Tabernáculos Vivientes)

Esta es una foto del Sumo Sacerdote del tiempo de Moisés.  Cada detalle de su  atuendo apunta a la excelencia de Jesús.  Este atuendo está descrito en Éxodo 28

El Sumo Sacerdote

Sacerdote Aarónico

 

Harás que tu hermano Aarón y sus hijos Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar, se presenten ante ti, para que de entre los hijos de Israel sean mis sacerdotes. Harás vestiduras sagradas para tu hermano Aarón, que le confieran honra y hermosura. Hablarás con todos aquellos a quienes he llenado de un corazón y de un espíritu sabio, para que hagan las vestiduras de Aarón y yo lo consagre como mi sacerdote. Éstas son las vestiduras que deberán hacer: el pectoral, el efod, el manto, la túnica bordada, la mitra y el cinturón. Háganse, pues, las vestiduras sagradas para tu hermano Aarón, y para sus hijos, para que sean mis sacerdotes.  Éxodo 28:1

 

Levitas

Los Hijos de Aarón

Todo el atuendo de los sacerdotes estaba diseñado para conferirles “honra y hermosura”. Estas vestiduras sagradas estaban hechas de lino fino torcido.

Los hijos del Sumo Sacerdote también eran sacerdotes, más ellos solo usaban las túnicas  blancas bordadas de lino torcido.  (Ex 28:40)

Si Jesús es nuestro Sumo Sacerdote, nosotros somos los sacerdotes del templo vestidos de lino fino.   En Apocalipsis  19:8 aprendemos que el lino fino es la justicia de los santos.  Recuerda quienes son los santos,  no necesariamente los del calendario, sino todo aquel que ha sido lavado por la la sangre del Cordero de Dios, es decir, ‘toda la humanidad’, pues la humanidad entera  ha sido puesta en Jesucristo.

Esta Justicia de los santos  no vino de nosotros, Cristo nos la dio, de su Pureza y templanza de carácter nos impartió. Lamentablemente, no todo el mundo acepta este regalo de amor.   Ni siquiera los que tradujeron ciertas versiones de la biblia lo aceptaron, por ello le agregaron ‘el lino fino era los hechos justos de los santos’.  

Francois DuToit  lo traduce acertadamente:

 Apoc. 19:8 Le ¹fue dado el lino más fino para vestirse; allí está ella, envuelta en blanco radiante, vestida en  impecable y santa ²inocencia.  El Espejo

Si tú crees en Jesús, también acepta que tú eres santo, más no por tus hechos justos, “por la justicia de la ley”, sino por la de la fe (Fil 3:9). Tampoco por una vida de martirio, si así lo hubiera sido, así que  no esperes a que te canonicen,  tu nombre ya fue escrito en el libro de la vida.    Es esta vestidura la que hoy te confiere honra y hermosura,   no la hermosura física que se desvanece con el tiempo y que sólo puede  mantenerse con cirugía plástica (en la imaginación), sino aquella que se manifiesta cuando caminamos con esa confianza en la justicia con la que hemos sido cubiertos.  De hecho, la palabra griega  ‘hagios’, traducida como ‘santo’, se deriva de la palabra  indo-europea ‘yagios’, cuya raíz ‘yag’ significa: ‘dar honor’.

La palabra justicia viene del griego dikaiosynē  que en hebreo es  tsĕdaqah, y que significan rectitud, justificación, salvación,  equidad, verdad, vindicación, prosperidad. 

 Francois DuToit nos da una explicación más amplia acerca de esta ‘rectitud’

“La palabra justicia, traducida también al español como rectitud,   proviene de la palabra anglosajona ‘rightwiseness’ ‘ sabio en lo que es recto’ o “hacer el bien sabiamente”; En el griego, la palabra para rectitud es ‘dikaiosune’, de la raíz ‘dikay’,  – aquello que es recto; ésta es una palabra de relación, y se refiere a dos partes encontrando semejanza mutua”. La rectitud apunta hacia la armonía en una relación.  Es interesante notar que la diosa griega de la Justicia es Dike, [pronunciada ‘dikay’ – la raíz de la palabra dikaiosune – rectitud] y ella siempre es representada sosteniendo una balanza de pesas en su mano.

Ver 2 Corintios 6:14.  La rectitud por la fe no tiene nada en común con las filosofías paganas del karma y de la aprobación basada en el desempeño, éstas nunca podrían igualar las balanzas ni estar en yugo uniforme en ningún contexto….  ésto nos recuerda a la palabra hebrea para rectitud o justicia – צדק  tzedek, la cual también incluye la idea  del travesaño de madera en una balanza de pesas. “Aquel que juzga a su próximo de acuerdo con la balanza de rectitud, o inocencia,  le juzga de acuerdo a justicia”. [T. Bab. Sabbat, fol. 127. 2].”

Comentario en Rom 1:17, Biblia de Estudio El Espejo

Yo he hecho mi  misión que el hijo de Dios conozca y sea establecido en esa justicia basada en el trabajo consumado de Jesús  y  no en nuestras propias justicias, o auto-justificación basada en nuestras obras, pues aquella novia sin mancha y sin arruga que Cristo ama, despertará  en nuestra generación  tendrá su fe en la justicia de Cristo. Esta fe es la que nos mantendrá puros e impecables al encontrar esa semejanza mutua, al vernos reflejados en sus ojos como Su espejo, y al verlo a él como el nuestro.   Por lo mismo no te canses si mi énfasis es Jesucristo y su trabajo redentor, pues es la revelación del mismo y de cómo te confirió de su gloria lo que te hará resplandecer.

Muchas iglesias están comenzando a aceptar la revelación de nuestra nueva identidad en Cristo, sin embargo, cuando el nombre de Jesús o su trabajo consumado son removidos,  el fundamento de tal identidad se vuelve frágil , y terminamos buscando sus bendiciones y no a Él, que es la bendición.  No es el fin producir humanos egocéntricos,  llenos de amor por sí mismos y sin amor por los demás, sin amor a sus padres, o a sus hermanos.  Recuerda dos cosas:

 En esto sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida: en que amamos a los hermanos.    Juan 3:14

En esto conocerán todos que ustedes son mis discípulos, si se aman unos a otros. Juan 13:35

El día de mañana seguiremos hablando de lo que este lino fino representa en tu vida.

Shalom

 

 

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